En otra pésima actuación xeneize, el equipo de Basile empató a cero con Huracán, penúltimo en la tabla. Palermo siguió con su mala racha y acumula 732 minutos sin anotar.
No hay mucho para decir. Uno de los partidos más malos que he visto en los últimos tiempos. Un Huracán que se estrenaba bajo la conducción del “Chulo” Rivoira y un Boca que buscaba cerrar de la mejor manera el torneo, aunque acusando la baja de muchos jugadores por lesión.
Gaitán era la novedad en el xeneize, ya que se pensaba que iba a estar de baja para el partido de hoy. Y el chico surgido de las inferiores fue lo mejor de Boca, porque se movía por todo el frente de ataque y complicaba a la defensa rival.
¿Huracán? Sin sentido de juego. Mucha gente en el medio para no dejar jugar y luchando entre la anterior filosofía de Cappa y el nuevo estilo defensivo que intenta imponer Rivoira.
Así de malo fue el partido. Para colmo de males, Palermo continuó con su mal momento y superó su récord de tiempo sin anotar, dejandolo en 732 minutos. Un reflejo del desastroso momento del xeneize.
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