El equipo de Alfio Basile no pudo superar a Colón de Santa Fe y tras el empate 0-0 quedó casi afuera de la lucha por el campeonato, aunque todavía queden chances matemáticas.
Boca festejó el cumpleaños de Palermo y esperaba hacer una fiesta acorde, pero el partido fue un verdadero bodrio, de principio a fin.
En el comienzo del primer tiempo Colón manejó mejor la pelota. El xeneize no hacía pie, sólo resaltaba Gaitán, a pura movilidad, que tuvo en un mano a mano la única chance clara de gol para Boca, pero su remate se fue besando el travesaño.
Colón, bien parado defensivamente, no generaba demasiado peligro. Con dos centrodelanteros pesados como Nieto y Fuertes, tampoco podía decidirse a jugar al contraataque.
El desarrollo fue bastante parecido en el complemento, aunque los primeros minutos tuvieron una pizca más de vértigo. Insúa intentaba conducir al equipo, pero volvió a decepcionar con una pálida actuación.
Los minutos corrían y lo único que generaba Boca eran centros imprecisos para Palermo, que exhibía su fastidio. Basile jamás intentó una variante radical, sino que prefirió hacer cambios de figuritas: puso a Marino y Mouche por Insúa y Gaitán.
Garcé casi le da el triunfo a Colón con un cabezazo pero Abbondanzieri respondió y mantuvo vivo a Boca. Mouche generó una buena jugada por la derecha y Ferrero lo barrió cometiéndole penal que, a pesar de ser una jugada difícil, el árbitro Luis Álvarez ignoró.
La última jugada de peligro xeneize fue un fuerte zurdazo de Palermo que desvió Pozo. Entre la intrascendencia y los centros de Krupoviesa a las manos del arquero rival, el partido se fue y Boca quedó lejos, lejísimos de pelear por algo genuino en este campeonato, que arrancó mal y parece que terminará peor.
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