Sigue ganando

Del Potro derrotó a Ferrero y avanzó a los cuartos de final del US Open, donde jugará con Cilic, que eliminó a Murray.

Aún con 20 años, el gigante Del Potro ratificó su status de top-ten muy consolidado al derrotar a Ferrero por 6-3, 6-3 y 6-3 en dos horas y ocho minutos, en el estadio Louis Armstrong, el segundo en importancia del complejo de Flushing Meadows.

Del Potro estuvo más sólido y punzante en los intercambios desde la base e hizo una diferencia sustancial con su saque, cada vez más letal y oportuno, con el que conectó 22 aces. El argentino ya había dicho en la previa que Ferrero sería difícil por su recuperación de este año y su gran experiencia.

Mientras el argentino aprovechó cuatro de las nueve ocasiones de quiebre, Ferrero dejó escapar las cuatro que tuvo, incluyendo un par de games en los que estuvo 15-40. En las pocas veces que se vio en apuros, Del Potro recurrió al saque para salir del problema: su total de aces superó inmensamente a los de su adversario (22 contra 4).

Nunca fue capaz Ferrero de romper el saque del sudamericano. Eso le costó el partido al español, que perdió el suyo en cuatro ocasiones, dos en el primero y otras dos más, una en cada uno de los otros dos sets.

"El saque siempre me ayudó cada vez que lo necesité, en esta superficie es fundamental sacar bien en los momentos importantes", dijo Del Potro al ser entrevistado en la cancha.

Lo valioso de dominar tanto con el saque fue que le permitió anular la única parte negativa en su juego, que fueron los 33 errores no forzados que cometió contra los 25 del español. Pero Del Potro lo aplastó a Ferrero en los tiros ganadores, con 44 frente a 21.

Del Potro había perdido en los dos choques previos, pero ambos duelos fueron en arcilla y se remontan al 2006, cuando el argentino apenas empezaba a surgir en el circuito profesional de la ATP.

"Vengo con una buena serie de partidos. Este año, quizás, estoy un poquito más recuperado físicamente, estoy un poquito mejor, sacando muy bien", comentó Del Potro, al comparar su desempeño con respecto a lo mostrado en el 2008.

Hasta aquí, el argentino apenas cedió un set en sus cuatro victorias de esta edición del Abierto de Estados Unidos. Llegó con la fe en alza tras obtener nuevamente el torneo de Washington y de escalar a su primera final de un Masters 1000, en Montreal, en ambos casos en canchas duras.