Después de 32 años habrá un argentino en la final del Abierto de Estados Unidos y, como no podía ser de otra manera, será un hincha de Boca. Del Potro apabulló nada menos que a Rafael Nadal y va por toda la gloria.
Tras 32 años de espera un argentino vuelve a jugar la final del US Open. Y es totalmente lógico que sea un fanático de Boca el que puede realizar semejante proeza. Finalmente, Juan Martín Del Potro ratificó todo el poderío que viene mostrando y accedió a la final del cuarto Grand Slam del año.
Lo hizo con un rendimiento de esos que emocionan y engrandecen. Es que nuestro Delpo apabulló nada menos que al español Rafael Nadal. En una demostración de talento y jerarquía, el tandilense no le dio tregua a Rafa y lo despachó en semifinales con un triple 6-2.
“Este es el mejor momento de mi vida”, fue lo primero que atinó a decir el gran héroe del día. No es para menos porque, además de vencer al tenista número dos del mundo, se metió por primera vez en su carrera en la final de un Grand Slam.
Se trata de algo totalmente esperable, aunque no por eso menos mágico. Es que por el rendimiento que venía mostrando durante el año, Del Potro se merecía esta chance y por suerte se la ganó a fuerza de un tenis sólido y una mentalidad ganadora.
Este domingo en la semifinal borró de la cancha al español al que le ganó por tercera vez consecutiva.
Ahora a descansar y a esperar para salir a la cancha principal de Flushing Meadows. Será un momento único. Algo que Delpo se merece disfrutar, más allá del resultado. Igual, no hay duda de que estará a la altura de las circunstancias.
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